El primer toque pertenece a la rara mandarina de Madagascar y al neroli egipcio, que simbolizan la luz.
La apertura cítrico-floral es elegantemente ácida, limpia y única.
Gradualmente se convierte en un aroma espiritual de incienso y cedro, que se complementa con el jazmín en el corazón.
Un acorde de resina de opoponax junto con aceite de pachulí cierra la base del perfume con un clásico acento balsámico y refrescante, una expresión de oscuridad que nos deja ver la luz.
AROMA
cítricos, floral, balsámico
CARÁCTER
espiritual, elegante
NOTA DE CABEZA
Aceite de mandarina prensado a mano
.
Neroli
NOTA MEDIA
olíbano
cedro
Cedro del Atlas
jazmín
NOTA DE BASE
Ámbar
pachuli
popoponax