Las zapatillas Converse One Star evolucionaron a partir de las legendarias All Star. Esto ocurrió en respuesta a una mayor demanda de zapatillas de baloncesto de alta calidad, aunque no tuvieron éxito como tal. Tomaron su segundo aire en la primera mitad de los 90, cuando empezaron a aparecer en las portadas de Thrasher como la zapatilla perfecta para el skate. La silueta alcanzó su punto álgido con la llegada del estilo grunge y de Nirvana. En 1994, se convirtió en la última zapatilla que usó Curt Kobain, el frontman de Nirvana.